Cyrano de Bergerac, de Edmond Ronstand
Me resulta realmente difícil hablar de este personaje. Me hace derivar hacia toda esa lista de los que trabajan en la sombra, sin reconocimiento, y hacen que la ilusión de un mundo mejor sea posible. Cyrano, con la entrada en la utopía negada por su propia fealdad, trabaja incansable por el triunfo de su amor: que nada destruya la utopía de quienes la merecen.
Después de haber paseado durante el drama de Rostand, la última escena es más que conmovedora. Vivimos la imposiblilidad de acceder al amor, tan propia del romántico. Pero lo conmovedor es adonde dirige la mirada: "así debe ser". Un lugar donde no importa el reconocimiento, sino el mundo creado. Y allí ha de encontrarse con los grandes: Sócrates, Galileo, y todos los que han luchado incansables contra lo falso.
No es importante el atributo, nada nuestro nos pertenece. No es importante entonces qué me merezco. Lo importante es que exista el genio, bien sea Molière. Lo importante es que Roxane sea dignamente amada. Y que el objeto de su amor sea verdaderamente hermoso. "Así dede ser".
Si vine al mundo arrojado de todo, con una originalidad indescifrable, difícil de comprender, única, ¿qué puedo llevarme? ¿Y qué ha de quedar? ¿Mi discurso, mis actos? Sólo una cosa, evidente, intraducible: "mon panache".
"¿Qué decís? ¿Qué es inútil? YA LO SÉ. Esta vez me bato sin saber porqué"
ResponderEliminarCuesta seleccionar un solo verso de tan magnífico discurso. Pero he elegido esa lucha interior, contra sí mismo. Realmente recuerda a todos esos "luchadores" que se batieron con pluma, y no con espada, por intentar ver con más claridad la verdad.
Para mí, este grito de Cyrano es un grito desde la humildad, un grito a las barreras que, sin distinción de tiempo, han impedido el avance hacia una verdad común.
Y sin embargo, ahora, a punto de alcanzar la única verdad conocida, sigue luchando, aún sabiendo que llega su final, admitiéndolo, y siguiendo a delante.
Gran lección de humildad, y voluntad.
Soy Jose Daniel. Sé que el nombre que tengo es raro, pero una vez leí ese nombre en un libro, y me he limitado a traducirlo al inglés. El justificante a esto, si lo requiere, está en el propio nombre.
"Plus d’une âme que j’aime y doit être exilée,"
ResponderEliminarYa que te has atrevido, voy a proponer yo también mi verso favorito: "Más de un alma noble encontraré en mi destierro".
La verdad, la verdad común, la única verdad... son conceptos difíciles.
Enhorabuena por tu blog. Espero que prospere. Magnífica la imagen de portada. ¿Te atreverías a hacer un comentario de texto de esa imagen?... Tal vez con el tiempo, ¿verdad?
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ResponderEliminarBorré la anterior porque al borrar no se entendían algunas cosas.
ResponderEliminarGracias por lo del blog. Intento enlazar cada entrada con una imagen. A veces son las imágenes las que me llaman a escribir; y otras, las letras las que me hacen fotografiar un momento que las acompañe, como un recuerdo.
Hasta que no me has avisado sobre la imagen no me había fijado tanto, y eso que estuve mucho tiempo buscando posiciones, objetos, ángulos, y finalmente del caos salió la unidad, casi sin querer, o ¿no fue así?
El tiempo es el protagonista en mis entradas, como paralelismo de mi vida, tal vez mañana, es raro estudiarse así mismo.