viernes, 24 de diciembre de 2010

T. Burton - D. Elfman: JACK'S OBSESSION

Supongo que esto de la Navidad viene por el solsticio de invierno: esa noche fría que parece no tener fin. Los que adoran a Apolo saben lo que significa esperar encontrar luz en un mundo tomado por las tinieblas. Quienes siguen investigando el significado de la felicidad.
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De ahí esta escena magnífica de Pesadilla antes de Navidad del genial Tim Burton y su equipo. Jack Skellington, el Rey Calabaza, encerrado en su torre intentando resolver el enigma que le atormenta, mientras sus humildes conciudadanos (terroríficos en su sencillez) se preocupan por él. ¿Dónde podríamos ver una pintura más viva del deseo: ese deseo que te lleva, enamorado de una idea inaprensible, a estudiar e investigar con la ilusión de, algún día, comprenderla?
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De toda la escena, voy a destacar dos secuencias que me parecen magistrales:
  • La primera (0:28-0:38), ese movimiento de montaje desde la amorosa mirada de Sally, recostada al pie de la verja, hasta lo algo de la torre, donde se ve la silueta de Jack dando vueltas reflexivo.
  • La segunda (0:14-2:41), cuando Jack se pone a bailar con el árbol de Navidad, le arranca las luces y se las coloca como a golpe de látigo a una silla eléctrica.
No creo que os cueste mucho hilvanar la elegancia de sus significados.
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Sobre la música, bueno, una banda sonora magistral que no sé cómo no la han inundado de premios. Danny Elfman, consigue aquí un equilibrio perfecto entre el desarrollo de una música reflexiva y el ritmo de un musical. En esta canción concretamente (y parece un rasgo de estilo para las canciones de este personaje) roza varias veces el sprechgesang (cantar-hablando). Por otro lado, el motivo es muy básico: un juego repetitivo de intervalos mínimos que suben o bajan.
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Y sobre la letra, huid de las versiones traducidas, que, tal vez atendiendo a la musicalidad, se alejan demasiado del texto original. Magnífico el estribillo: "What does it mean? What does it mean?"; y la respuesta: el significado es "como una música flotando en el aire a la deriva".
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Muñeco de mí, en este mundo de oscuridad sólo encuentro la luz que viaja contigo, muñeca.
Y ahora, para los más románticos:

domingo, 19 de diciembre de 2010

Antonio Machado: SUEÑOS

LXII

Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿ Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso.
...¡El limonar florido,
el cipresal del huerto
el prado verde, el sol, el agua, el iris!...
¡el agua en tus cabellos!...
Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.

Soledades, Galerías y otros poemas, "Galerías" (1907-1919)

Voy a seguir resistiéndome a comentar a los nombres canónicos del temario de Secundaria; pero tarde o temprano tienen que llegar.

Dije que iba a hablar del sueño. En realidad, llevo todo el otoño (y si no, siempre) moviéndome entre las brumas de lo irreal. Y, claro, no es que vaya a hablar yo, sino que recordaré tantos que han hablado de los sueños, y nombraré sólo unos cuantos. La vida es sueño; ¿pero qué hacemos con esta idea? (aparte de tirarnos un mesecito o dos analizando a Calderón).

Claro, y antes de nada, hay que acabar leyendo a Freud: "El sueño es una realización de deseos". ¿Cuáles son nuestros verdaderos deseos? ¿Y qué digo yo cuando digo "realización"?

En cuanto al poema de Machado. ¿Dónde está el sueño? Ese paisaje irreal es el sueño o la mirada del despertar. O un recuerdo. El huerto de ese recuerdo ya lo hemos comentado otras veces: el huerto del goce, del deseo y de la muerte (por mucho que luzca el sol entre el cipresal de Machado).
Sabemos que en Machado, la pompa de jabón alude al mundo, a lo vivido: frágil, irisado y transparente. Nuestra vida es un surtido de burbujas que se rompen (Oliver Stone, en su última película -Wall Stret- nombra las burbujas económicas, las burbujas evolutivas, las burbujas morales, las burbujas de los sentimientos...): mundos que se construyen y crecen mientras pueden, hasta que rompen cuando sus propias estructuras llegan a un límite. Eso son nuestros sueños, irrealidades que se generan, atan cabos, hasta que alcanzan su propio límite y se vuelven insoportables, y entonces despertamos.

Cuántas veces hemos pensado que la vida y el mundo era así, y nos hemos resistido y hemos aguantado lo máximo posible... hasta que la ilusión se derrumba por completo: el mundo no es como pensábamos. ¡Cuántos despertares nos aguardan!
Despierto de un mundo imposible para vivir en un mundo de ilusiones del que también habré de despertar, hasta que llegue la hora de estar despierto para siempre.
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domingo, 12 de diciembre de 2010

Oscar Wilde: EL FANTASMA DE CANTERVILLE

.....-¡No se vaya, señorita Virginia, se lo suplico! -exclamó el fantasma-. Estoy tan solo y soy tan desgraciado, que no sé qué hacer. Quisiera ir a acostarme y no puedo.
.....-Pues es inconcebible: no tiene usted más que meterse en la cama y apagar la luz. Algunas veces es dificilísimo permanecer despierto, sobre todo en una iglesia, pero, en cambio, dormir es muy sencillo. Ya ve usted: los gemelos saben dormir admirablemente, y no son de los más listos.
.....-Hace trescientos años que no duermo -dijo el anciano tristemente, haciendo que Virginia abriese mucho sus hermosos ojos azules, llenos de asombro-. Hace ya trescientos años que no duermo, así es que me siento cansadísimo.
.....Virginia adoptó un grave continente, y sus finos labios se movieron como pétalos de rosa. Se acercó y arrodilló al lado del fantasma, contempló su rostro envejecido y arrugado.
.....-Pobrecito fantasma -profirió a media voz-, ¿y no hay ningún sitio donde pueda usted dormir?
.....-Allá lejos, pasando el pinar -respondió él en voz baja y soñadora-, hay un jardincito. La hierba crece en él alta y espesa; allí pueden verse las grandes estrellas blancas de la cicuta, allí el ruiseñor canta toda la noche. Canta toda la noche, y la luna de cristal helado deja caer su mirada y el tejo extiende sus brazos de gigante sobre los durmientes.
.....Los ojos de Virginia se empañaron de lágrimas y sepultó la cara entre sus manos.
.....-Se refiere usted al jardín de la Muerte -murmuró.
.....-Sí, de la muerte. Debe ser hermosa. Descansar en la blanda tierra oscura, mientras las hierbas se balancean encima de nuestra cabeza, y escuchar el silencio. No tener ni ayer ni mañana. Olvidarse del tiempo y de la vida; morar en paz. Usted puede ayudarme; usted puede abrirme de par en par las puertas de la muerte, porque el amor la acompaña a usted siempre, y el amor es más fuerte que la muerte.
.....Virginia tembló. Un estremecimiento helado recorrió todo su ser, y durante unos instantes hubo un gran silencio. Le parecía vivir un sueño terrible. Entonces el fantasma habló de nuevo con una voz que resonaba como los suspiros del viento:
.....-¿Ha leído usted alguna vez la antigua profecía que hay sobre las vidrieras de la biblioteca?
.....-¡Oh, muchas veces! -exclamó la muchacha levantando los ojos-. La conozco muy bien. Está pintada con unas curiosas letras doradas y se lee con dificultad. No tiene más que éstos seis versos:
..........Cuando una joven rubia logre hacer brotar
..........una oración de los labios del pecador,
..........cuando el almendro estéril dé fruto
..........y una niña deje correr su llanto,
..........entonces, toda la casa recobrará la tranquilidad
..........y volverá la paz a Canterville
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Pero no sé lo que significan".
.....-Significan que tiene usted que llorar conmigo mis pecados, porque no tengo lágrimas, y que tiene usted que rezar conmigo por mi alma, porque no tengo fe, y entonces, si ha sido usted siempre dulce, buena y cariñosa, el ángel de la muerte se apoderará de mí. Verá usted seres terribles en las tinieblas y voces funestas murmurarán en sus oídos, pero no podrán hacerle ningún daño, porque contra la pureza de una niña no pueden nada las potencias infernales.
.....Virginia no contestó, y el fantasma se retorcía las manos en la violencia de su desesperación, sin dejar de mirar la rubia cabeza inclinada. De pronto se irguió la joven, muy pálida, con un fulgor en los ojos.
.....-No tengo miedo -dijo con voz firme - y rogaré al ángel que se apiade de usted.
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Oscar Wilde: El Fantasma de Canterville , (V). 1887
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En la próxima entrada abordaremos el tema del sueño.
Por ahora, no duden de que este texto me viene grande. ¡Hay tantos poemas dentro del que podríamos hacer comentario...! "El jardín de la muerte", "la plañidera de pecados", "el fantasma sin descanso", la pureza, el miedo... ¿Empiezo a hablar del sueño aquí? ¿Hablo de la simbología que pudiéramos otorgarle a los elementos?
El Fantasma: una herencia del pasado, una herencia de la cultura. En una palabra: Europa.
Los Otis: la ignoracia materialista, el pragmatismo, las nuevas generaciones, los nuevos tiempos (parece mentira que esto se escribiera hace más de cien años), los otros...
Virginia: la Pureza.
Sólo puedo sugerir estos apuntes, pero merece la pena indagar en el asunto.
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En cuanto al sueño sólo voy a resaltar algunas interrogantes:
¿Por qué no puede dormir el fantasma? ¿Por qué nosotros necesitamos dormir? ¿Para qué necesitamos los sueños?
No basta con "tumbarse", necesitamos soñar.
¡Y qué sería de nosotros si perdiéramos la confianza del sueño de la muerte!
Habrá que seguir leyendo y releyendo este texto para abordar la situación.
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Más apuntes:

domingo, 21 de noviembre de 2010

EL ARPISTA DE KEROS

Muchas cosas me impresionaron de mi viaje a Grecia (y cuándo no estoy viajando a Grecia?). Unas de las que más fue esta pequeña figurilla del Arpista de Keros, en el Museo Nacional de Atenas. Recuerdo una enorme emoción al contemplarla; algo así como un enamoramiento. Se trata de una pequeña estuatua de mármol, de unos 22 cm, procedente de la civilización cicládica, sobre el 2000 antes de Cristo.
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"En Keros, isla desierta, situada frente a Amorós y que servía entonces de pastizal, fueron hallados, en 1884, antes del período de las excavaciones científicas, dos de las estuatillas cicládicas masculinas más raras: las bellísimas y celebérrimas primeras representaciones de músicos del mundo griego.
La primera de estas dos figurillas, la nº 3910, representa a un hombre que sostiene una doble flauta que va a llevarse a la boca. La segunda (nº 3908) es la figura de un hombre sentado tocando el arpa y representa sin duda a algún bardo o héroe conocido, ya que se sienta sobre un trono de rica apariencia. La cabeza, sobre un robusto cuello, muy inclinada hacia atrás y hacia arriba, le da una apariencia de éxtasis. Esta escultura es muy superior a otras dos representaciones de arpistas que se conservan (nº 8833, vitrina 53), que no se sientan sobre un trono, sino sobre un taburete." Semini Karusu, Comisario honorario del Museo Nacinal de Atenas: Guía ilustrada del museo.
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Y lo que me impresionó fue su modernidad, su elegancia, ¡¡hace cuatro mil años!! Tendrían que pasar mil quinientos años hasta que por la zona se oyera hablar de Platón o de Eurípides, y mil quinientos años después, por aquí gobernaba Abderramán III. Y aún faltarían mil años más para acercarnos a esta generación de móviles y mp3.

Empecemos a imaginar: sólo con esta estatuilla podemos concluir que serían prácticamente iguales a nosotros. ¿Qué necesitamos en una sociedad para hacer una figurilla así? En primer lugar tiene que haber, obviamente, un arpista; y junto a él un grupo de personas con tiempo libre y ganas de divertirse (porque dudo que esta obra sea un amuleto, un exvoto religioso, una reliquia del verdadero arpista muerto... esto parece un juguete, un regalo, como las bailaoras kitsch que nuestras abuelas ponían sobre el televisor). Por otro lado, debemos contar con unos canteros, y toda la infraestructura que conlleva, probablemente esclavos, excavando mármol sólo para que alguien cree fivolidades como estas. Y esos son los artesanos, con u refinamiento, y una habilidad encomiable (¡cuántos habrán elogiado la modernidad de estas figuras!); y no sólo los escultores, también los carpinteros que hicieran una silla y los luthiers que construyeran un arpa, tan elegantes como las que aquí se reproducen. Y entre todos ellos, los comerciantes, sus tiendas y sus barcos, y las familias, y las modas y los caprichos.

Por último, ¿a quién iba dirigida esta piececita? El apreciado mármol pario nos aleja de la posibilidad de que sean juguetes destinados a ser manoseados o chupados. Aunque fue encontrada en una tumba, ya digo que me resisto a pensar que fuera un simple exvoto (no creo que represente nada divino). Es un regalo. Un regalo puesto en una tumba para que no le falte música al ser querido; o bien un regalo dado en vida, querido en vida, y conservado a la muerte. Un tesoro. Y además, un objeto de moda, a la vista de los numerosos músicos encontrados.

Posiblemente fueran menos. Sus artefactos serían más rudimentarios. Su vida más corta. Sus distancias más largas. Sus movimientos más lentos. Pero, ¿estaban sus momentos menos cargados de significado? Claro que no. Trabajo, diversión y muerte. Y, a ser posible, amor y belleza. Y entre ellos y nosotros, tal vez sólo haya más números, más colorines, pero en lo esencial hemos cambiado lo justo.

domingo, 14 de noviembre de 2010

LA VOZ: Regina Spektor

Febrero. Saca tu pluma, derrama tus lágrimas.
Февраль. Достать чернил и плакать!
Escribe sobre ello, que tu corazón solloce, canta,
Писать о феврале навзрыд,
mientras la nieve torrencial ruge,
Пока грохочущая слякоть
fundida en la oscuridad de la primavera.
Весною чёрною горит.

Boris Pasternak

¿Cuánto puede tardar una pieza en convertirse en un clásico? Si no me equivoco, esta canción, Apres moi, es de 2006. En apenas tres años muchos se han dado cuenta de que tiene todos los ingredientes para que dure eternamente (o al menos mientras la humanidad no se hunda).

¿Quién le ve sentido? Esto va a durar menos que un instante, pero tengo que permanecer mientras sea posible. No ha sido mi elección, no me queda más remedio. Tal vez sea por eso que no puedo dejar de escuchar esta canción, una y otra vez. (Cuando ya no sea así, ¿qué mundo habrá desaparecido?)

Parafraseo. Cojo palabras dichas aquí y allá. Cruzo el torrente saltando sobre las piedras de las voces antiguas. Por alguna razón, siempre vuelve a ser la misma orilla, pero las piedras que me ayudaron me han salpicado el agua que reclama volver a ese no ser el mismo río. Cruza una vez más, sigue cruzando mientras puedas. En cada lado sabes que no hay más que el inapreciablemente fino borde de la orilla.

Atended al video. Observad su voz. Escuchad sus gestos. Pensad todo lo que se os ocurra. Pensad mientras podáis... Después vendrá el diluvio.


viernes, 12 de noviembre de 2010

El cuentacuentos: El soldado y la muerte


No duden en considerarse afortunados los que crecieron al amparo de esta serie. Una auténtica obra maestra creada por Jim Henson y Anthony Minghella. Bueno, tal vez esté algo influenciado por la emotividad; seducido por el gran John Hurt (el narrador) y el estilo elegante y envolvente de las imágenes, que se transformaban unas en otras al ritmo fluido de las palabras.
Este es, sin duda mi cuento preferido de toda la serie, junto al del "
Hans, mi pequeño erizo". El cuento del soldado es en realidad tres cuentos en uno: el del soldado, el del médico, y el del espíritu herrante (¿juventud, madurez y vejez?). Nos muestra cuál es el precio de la bondad. A veces consigue cosas bueneas con malas maneras y otras resultados espantonsos con la mejor de las intenciones.
Pero además, también este cuento apunta hacia el sentido de la vida y de la muerte.
Aquí traigo la versión escrita, para poder trabajarla directamente con las palabras, como ha de ser en un cuento.

domingo, 7 de noviembre de 2010

GILGAMESH

Emprendieron el viaje en la barca de Urshunabu. A las veinte leguas probaron un bocado, y a las treinta se prepararon para el descanso. Pero sucedió que, viendo Gilgamesh un limpio pozo de agua fresca, se retiró hacia él a bañarse, y durante su aseo, una serpie olfateó la planta y la robó, alejándose mientras mudaba la piel. Por esto Gilgamesh se sienta y llora, y mientras las lágrimas le recorren las mejillas le dice a Urshunabu, el barquero: “¿Para quién, Urshunabu, trabajaron mis manos? ¿Por quién se ha derramado la sangre de mi corazón? Mis esfuerzos no ganaron recompensa alguna, y sin embargo, ¡gran recompensa ha obtenido por mí el león de la tierra! Cuando comencé mi viaje, la muerte siempre lo impulsó, y su temor me hizo seguir adelante, ¡sabido era que la vida no había de hacerlo terminar! Mi peregrinaje estuvo siempre surcado por el llanto y las miserias, y si éstas me acompañaron en su principio, ¿porqué no iban a acompañarme también en su final? Al final del sendero siempre se encuentra la nota, que reza desconsolada: “Volverás a mí”, y quizá así deba ser. “Abandona la barcaza y retírate”, y así debe ser.” Veinte leguas más y comieron bocado, a las treinta se prepararon para el descanso, y así llegaron a la ciudad de Uruk. Urshunabu dijo: “He aquí el lugar de donde partiste, y he aquí tu destino final. No has de desechar las experiencias de tu viaje, sino, conviviendo con ellas, regresar a tu morada, descansar y reflexionar, para seguir mañana el curso de tu vida.” Gilgamesh, sin bajar del bote, apuntaló la pértiga y lo hundió en la orilla, diciendo a Urshunabu: “¿Seguir el curso de mi vida? ¡Cómo podría ser capaz! Me fue robado el camino de vuelta a casa, la muerte sigue presente en todas partes. Allí donde mire al amanecer, se encontrará la muerte; allí donde mire al atardecer, se encontrará la muerte; cada palacio, hogar y templo son ya presas de la muerte. ¿Cómo podrá ser pleno mi corazón en este mundo? Regresa tú, Urshunabu, dirígete a la ciudad de Uruk. Admira si las murallas son de ladrillo cocido, si sus cimientos fueron echados por los siete sabios. Admira el templo de Eanna, la morada de Anu e Ishtar, si sus aguas fluyen constantemente, y su brillo no muere ni de día ni de noche. Después dirígete a sus gentes, si son felices, y relátales lo que has visto.” “Mundos hay aparte de éste, Urshunabu, más allá del dominio de los dioses y de las gentes. Son todos mundos de hechicería, llenos de magia, horrores y miserias, lo reconozco, pero quizás en ellos resplandezca aún un poco de alegría para mí. Quizás, más allá del horizonte, siga existiendo todavía algún lugar que contenga el secreto de la vida eterna, mi salvación en la inmortalidad. Donde el cardo, y sus pétalos de rosa, sigan brillando a la luz del mediodía.” Y bajando Urshunabu del bote, Gilgamesh empujó la pértiga, y se alejó de la orilla, adentrándose en los mares desconocidos, hacia los mundos que existen más allá de este mundo. Donde ni los dioses, ni los hados, alcanzan a sus gentes.



Este es un texto que se comenta a sí mismo. Porque parece que toda la literatura sólo ha sido un colorido comentario de estos fragmentos. Si tuviéramos que mandar un texto al espacio, para que fuera reconocido por civilizaciones inimaginables, hoy eligiría este sin dudarlo: el texto que nos describe desde hace más de tres mil años.

¡Con qué naturalidad acepta lo que todo el mundo parece querer ver al revés! No es la vida la que nos sostiene en un viaje que la muerte ha de truncar; sino que nuestro viaje está impulsado por la muerte (el robo de la serpiente), y la vida, obviamente, no lo detendrá. Durante cuánto tiempo, cuántos de nosotros habremos usado como excusa los avatares de la vida para no hacer nada, para quedarnos en nuestro bonito sofá, en nuestro lecho de dolor, en nuestra particular Uruk del goce. Sin escuchar al primer héroe, a Gilgamesh, el primer inmortal.

Ciertamente, no hace falta comentar más este poema, sólo leerlo una y otra vez, insisto, como han hecho no sé si sin saberlo tantos otros textos. Montarnos como polizontes en la balsa del héroe, y adentrarnos con él "en los mares desconocidos, hacia los mundos que existen más allá de este mundo. Donde ni los dioses, ni los hados, alcanzan a sus gentes".

domingo, 31 de octubre de 2010

Impresionismo. MONET

Impresión, sol naciente.
Claude Monet, 1872Imagen desde el blog


Despierto para saber que no es ese sol encendido el que ilumina este cuadro. La luz de la razón me ha dejado un paisaje borroso. Podría decirse que hablo de memoria. Delante, un amanecer casi perenne. Detrás, toda una vida de confusión enredada con otras vidas; pero detrás, fuera del cuadro, fuera del mundo, fuera acaso de mí mismo. ¿Dónde situar el límite de los objetos? En qué viene quedando lo aprendido. Desde ahora nunca sabré el valor de lo que pago por mi ignorancia, ni el peso ni el color de su moneda. Palabras en la balanza.
Sueño con que la obra humana me sirva de horizonte, descomunal y quebrado. Un horizonte que separe el cielo del mar. Como la frontera de espectativas entre el cuadro y la realidad. O el límite entre la realidad y yo mismo. Y que toda la obra humana sea algo más que un sueño que se desvanece entre el aire y el agua.
Porque tal vez la pincelada más nítida, el artificio más sincero, sea el de mi propio reflejo. El esbozo de un reflejo. El recuerdo de la copia de otra copia. Lo que sea que haya llegado hasta el significante. Siempre que alguien pueda entenderlo.
No estoy seguro de mi posición. Ignoro mi velocidad. Sólo confío en la distancia que me sapara del barquero.
Los miopes vemos claramente que el sol de Monet no está ahí. Y sin embargo... amanece.
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domingo, 24 de octubre de 2010

FRACTALES

“Una rosa es una rosa es una rosa.”
Gertrude Stein

tal vez en asociación con el Conjunto de Julia.

El pasado jueves, 14 de Octubre, murió Benoit Mandelbrot, el padre del concepto de los fractales. No es casualidad que precisamente ahora, cuando quiero buscar lo irracional para las entradas de este blog, pase esto. No es casualidad, es simplemente que el devenir es fractal.

El descubrimiento de los fractales, con toda su belleza (y la belleza es algo importante cuando se tiene veinte años), con toda su misteriosa eficacia, me iluminó. ¡Cómo no enamorarse de esa conjunción de lo finito y lo infinito, lo mensurable y lo inmedible, la armonía entre el detalle y el todo. Mi pensamiento se volvió un pensamiento fractal, que aplicaba los fractales por todas partes.

A lo largo del blog nos hemos acercado alguna vez a una manera fractal de ver el mundo. Por ejemplo, cuando comentamos La Biblioteca de Babel de Borges; también cuando trabajamos las isotopías, cruzándose sobre un texto de geología; o el análisis de la estructura “núcleo + complementos” propia del Laocoonte.

En cuanto a este último concepto, podemos ponerlo como ejemplo de un detalle fractal que encontramos por todas partes, estructurándolo casi todo. En el lenguaje por supuesto (vocales y consonantes, lexemas y morfemas, ideas y desarrollos). En la física es evidente (núcleos atómicos, núcleos estelares y satélites, centros y brazos de galaxias). En la biología (el núcleo de la célula y los corpúsculos, el corazón y las arterias, el cerebro y los nervios). En lo social (el macho alfa, el rey, el sacerdote, el arconte y sus subordinados). En lo artístico (las grandes obras y los géneros). Y quien sepa más sabrá más casos.

En cuanto a esto, tuve hace poco una conversación interesante. Me hizo caer en la cuenta de que el universo en su conjunto (como se entiende hoy día, con su forma de esponja, de largos pasillos de galaxias y enormes huecos de vacío) no parecía responder a la forma núcleo complemento, que tano se repetía a otros niveles. Pero resulta que el “todo” es realmente como un “negativo” de sus partes. Fijaos: si en una galaxia cambiáramos las estrellas por huecos, y el vacío por granos de materia, sí que tendríamos entonces esa estructura de esponja. Es la esponja de Menger - Sierpinski; como en el fractal del triángulo autorreplicado (muy pitagórico, por cierto), donde sí vemos evidente esa conjunción "núcleo + complemento", pero vuelta al vacío; igual que en los dibujos de Escher. Y si supiéramos entender por qué conseguimos “pesar” todo ese vacío, tal vez entendiéramos eso de la materia oscura.

Y ahora, una vez más una lista de páginas, de entre todas las aproximadamente 1.880.000 que conoce Google nombrando los fractales. También esto de las citas es una estructura fractal: las páginas que cito citan a su vez a otras, y link tras link creamos otro universo enredado de recursividad. Además, algunas páginas suponen el origen de las imágenes que he colocado en la entrada.

  1. Lo simple, lo complejo y lo complicado; en La naturaleza del software.
  2. Sequences 7-10, en YouTube.
  3. ¿No existió el Big-Bang?; desde Chajarí Digital.
  4. Escher, el arte de lo imposible; en Coscorrón de Razón.
  5. El todo contenido en una parte; en UPAYA, "una paradoja aquí y ahora".




Esta imagen está tomada de
HimalayaCrafts.com

domingo, 17 de octubre de 2010

Baudelaire: EL HASTÍO

LA DESTRUCTION
Sans cesse à mes côtés s’agite le Démon
Il nage autour de moi comme un air impalpable ;
Je l’avale et le sens qui brûle mon poumon
Et l’emplit d’un désir éternel et coupable.

Parfois il prend, sachant mon grand amour de l’Art,
La forme de la plus séduisante des femmes,
Et, sous de spécieux prétextes de cafard,
Accoutume ma lèvre à des philtres infâmes.

Il me conduit ainsi, loin du regard de Dieu,
Haletant et brisé de fatigue, au milieu
Des plaines de l’Ennui, profondes et désertes,

Et jette dans mes yeux pleins de confusion
Des vêtements souillés, des blessures ouvertes,
Et l’appareil sanglant de la Destruction !
Charles Baudelaire
Les Fleurs du mal (1857-1868)

Después de diez años de infructuosas tentativas, superando traducciones siempre insuficientes, detrás del muro de mi propia ignorancia... por fin puedo decir que entiendo a Baudelaire, o al menos que puedo leerle.
Podríamos incluir su obra dentro de este seguimiento de lo irracional que hemos emprendido este curso, desde El lobo estepario. Sin embargo, el Hastío (concepto creado casi por el propio Baudelaire) me da que queda fuera todavía, es algo previo a lo racional y lo irracional. Está en la misma nebulosa del Todo y la Nada que respira el Nihilismo. Creo que está hablando del demonio del goce, y no tanto del deseo. El veneno y la culpa.
En este poema, el gran Demonio toma una forma expresa, pero aún ambigua. Todos sabemos cuál es "la más seductora de las mujeres"; pero aquí Baudelaire asocia la figura femenina al arte. Pero lejos de la asociación de la Belleza renacentista, la belleza artística a la que alude es más la barroca, lejos de la verdad; esto queda plasmado en el juego de rimas "Art-cafard". El otro juego de rimas interesantes está en este mismo cuarteto: "femmes-infâmes". La fama y la mujer son tentaciones artificiosas, bien condimentadas (nos recuerdan la fábula de la zorra y el cuervo). Pero, al mismo tiempo este demonio no sólo sería algo "in-fame", sino también algo "in-femenino".
Otro recurso interesante es esa propuesta de confusión en el primer tercerto: ¿quién está jadeante y destrozado, Dios o él? Sintácticamente valdría para los dos, y Dios queda más cerca. "Il" ("le Demon"), "me" et "Dieu" quedan confundidos "au milieu" (en medio), dentro de otro interesante juego. Se trata del juego entre "plaines" y "pleins" ("llanuras" y "llenos"). El Hastío (l'Ennui) colma la visión borrando lo divino (la esencia de las cosas), convirtiéndolo todo en una llanura. La llanura es tanto la mirada como el objeto de la mirada; es decir, el sujeto está anulado por el goce de la visión.
Ahí situaríamos hoy la clave del poema: "los ojos colmados de confusión" son una "herida abierta", en la cual el sujeto se destruye al eliminar, como "artificiosos", los límites. La Belleza morbosa de la ilusoria satisfacción.
Lo que más me atrae ahora es lo que queda perdido en la traducción:
  • "Cafard": Todos los significados del diccionario son sugerentes, y tanto "hipócrita" como "nostalgia o melancolía" son claramente aplicables. "Cucaracha", bueno, también daría juego, ¿verdad?
  • "Des vêtements", "des blessures": No sé si en francés está tan claro uno de los dos sentidos: "unos vestidos", "unas heridas", o bien, "de los vestidos", "de las heridas". Una vez más la mirada y el objeto mirado pueden confundirse, igual que se confunden el placer y el Hastío.
  • "Et jette": como no aparece expreso el sujeto, debemos entender que es el mismo "Il" del comienzo del primer tercerto. Pero, ¿por qué no un "Je" borrado? Eso habría que explicarlo: ¿el demonio o yo?
  • La métrica: difícil de reproducir, y que da a Baudelaire ese aire de verdadera belleza perversa. Aquí tenemos un soneto en alejandrinos, cuyo ritmo viene tan bien a esa pesadez del aire demoníaco.
Con todo, he aquí mi propuesta de traducción:
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LA DESTRUCCIÓN
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Sin cesar, a mi lado, se agita el Demonio;
flota en torno de mí como un aire impalpable;
lo trago y lo siento que quema mis pulmones
y lo colma de un deseo eterno y culpable.
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A veces toma, sabiendo mi gran amor al Arte,
la forma de la más seductora de las mujeres,
y, bajo bien condimentados pretextos de truhan,
acostumbra mis labios a unos filtros infames.
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Me conduce así lejos de la mirada de Dios,
jadeante y roto de fatiga, en medio
de las llanuras del Hastío, profundas y desiertas.
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Y arroja ante mis ojos llenos de confusión
las vestimentas manchadas, las heridas abiertas,
y el aparejo sangrante de la Destrucción.
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Charles Baudelaire
Las flores del mal (1857-1868)
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Por último, algunos enlaces interesantes:
  1. La página de Wikipedia, interesante sobre todo por sus enlaces.
  2. La melancolía, una pasión inútil, de Francisco Ferrández Méndez, en la Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría (desde SciELO). Un acercamiento psicológico.
  3. El gran Ennui o la monotonía de lo insignificante: Sexualidad, Dispositivo femenino y aburrimiento, de Sonia Núñez Puente, en Espéculo. Revista de estudios literarios. Universidad Complutense de Madrid. Un acercamiento conceptual.
  4. La náusea literaria contemporánea en Clarise Lispector, de Carolina Hernández Terrazas, dirigida por la Doctora Elena Losada Soler. Una de esas tesis doctorales que tienen a bien colocar por aquí por internet. 2.2 "Los abismos de Baudelaire".
  5. Baudelaire y Nietzsche, dos expresiones del nihilismo, de Sherline Chirinos. Un buen artículo para acercarse a conceptos tan importantes como el Simbolismo (movimiento literario) y el Nihilismo (movimiento filosófico), que tanto han influído en el siglo XX y aún hoy en el XXI.

lunes, 11 de octubre de 2010

BEETHOVEN: Der schwer gefaßte Entschluß

LA DECISIÓN DIFÍCIL DE TOMAR
Muß es sein (debe ser así?)




(Cuarteto Hagen, desde la página de Audición y apreciación musical)
El cuarteto de cuerdas n.º 16 en Fa mayor Opus 135
4º movimiento: Grave — Allegro — Grave ma non troppo tratto - Allegro
de Ludwig van Beethoven


Una audición más limpia en Spotify
Quartetto Italiano
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Después de abordar al sordo genial español, todo apuntaba a que pronto se haría llegar el gran sordo alemán: el bueno de Luis. Y seguimos con la punzada de lo irracional, ahora en forma musical.
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La anécdota que rodea a la composición del último de sus cuartetos de cuerda consiste en que el ama de llaves de Beethoven reclamaba el pago de sueldos atrasados esgrimiendo la sentencia final “¡debe ser así!”. Beethoven compuso ese movimiento a raíz de una caricatura inicial sobre la transcripción musical de esa frase (Beethoven estaba sordo pero recordaba perfectamente cómo sonaban las cosas). De hecho, si escuchamos este movimiento, confirmaremos que está basado en unas frases iniciales que reproducen perfectamente cómo sonaría la pregunta en alemán “Muss es sein?”, y luego la misma frase en un tono exclamativo “Es muss sein! Es muss sein!”.
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He estado tentado de describir la estructura y el juego de motivos que se va desarrollando a lo largo del movimiento; pero eso sólo conseguiría que los demás vierais exactamente el mismo objeto. Es mejor que cada uno se acerque a la forma por sí mismo. Sólo decir que este conflicto de motivos en contraste es el típico de Beethoven.
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En cuanto a la interpretación, el propio Ludwig nos da la pista con sus "deber ser". Aceptación o interrogante, no está tan lejos del ser o no ser. ¿Cómo abordar el final? Para mí, es la parte más genial de la pieza: el pizzicato. Transforma toda la tensión trágica en un juego de niños.
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Y no quiero decir nada más; porque, detrás de las tres notas del "deber ser", cada uno pondrá una historia propia. Lo interesante es observar cómo en esta pieza esas historias se mueven, se doblan, se transforman, e incluso se enredan con la historia del propio Ludwig.
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Otras visiones del Muß es sein:

domingo, 3 de octubre de 2010

La aguja


Este es uno de los diseños más exitosos de todos los tiempos. Su simple forma, aunque ha presentado múltiples variantes, ha permanecido exactamente igual desde que empezó a fabricarse hace más de 20.000 años (que se dice pronto). En el siguiente enlace podemos encontrar un sencillo y eficaz análisis técnico del diseño de este objeto, realizado por Rodrigo Alonzo y supervisado por Gerardo Sánchez Nájera. La aguja es un símbolo perfecto del pensamiento instrumental humano: una herramienta cuya función es exclusivamente fabricar otras herramientas.

¿Y qué partido podemos sacarle a nuestro comentario? Pues, para empezar, podemos ponernos a divagar a través de sus dos componentes básicos: el lado fálico evidente, y el elemento ginoide de su agujero. Un lado que hiere y otro que cose. (Y qué difícil meter el hilo por el ojo de la aguja)

Por otro lado, no sé si a lo largo de todo este blog se me ha ido notando mi gusto por la metáfora "textual". En latín, "textum" quiere decir "tejido". Así, tiendo a usar expresiones como "hilvanar", "tejer", como sinónimos de pensar o de escribir. De hecho, en las primeras tablillas de escritura, en barro, (se supone que estudiantes o mercaderes) grababan sus cuneiformes caracteres con un punzón.

Hay una expresión recurrente en Las mil y una noches que me encanta: "una historia tan prodigiosa, que si se escribiera con una aguja en el ángulo interior de un ojo, sería motivo de reflexión para el que sabe reflexionar respetuosamente".

Otra expresión interesante es la de "dar puntadas sin hilo" (curiosamente usada mucho en política, cuando se critica las intenciones ocultas de otro): hace referencia a la posibilidad de que las palabras dichas o acciones hechas sean ingenuas, sin premeditación, sin reflexión, y sin intención. Lo contrario de esta expresión vendría a ser el "tramar" una estrategia.

Con nuestros comentarios de texto, despuntamos lo que otros han tejido, y al mismo tiempo, lo cosemos a nuestro propio tejido con nuestro texto. Es posible que las puntadas nos duelan, pero el tejido se injerta en lo que somos (un organismo de tejidos a fin de cuentas).
Y ahora, si vengo desde una serie de entradas que tratan lo irracional... ¿a cuento de qué viene hablar ahora de la aguja?

domingo, 26 de septiembre de 2010

GOYA: El sueño de la razón.

Goya: Caprichos, nº 43: "El sueño de la razón produce monstruos".

Aunque este comentario viene directamente lanzado desde la entrada anterior sobre Poe, ya venía siendo hora de tratar alguno de estos textos. Durante algun tiempo, los Caprichos fueron uno de mis libros de cabecera.

El título puede entenderse de varias maneras:
  1. The sleep of reason. Mientras la razón duerme, queda campo abierto para que los fanatismos y atrocidades de la ignorancia causen estragos. "Cuando el gato no está, los ratones bailan". Recuerda a las aventuras de la Odisea: cada vez que Ulises cae dormido, sus marineros le meten en un lío. Esta visión fundamenta la crítica a la superstición y el analfabetismo que rezuma esta serie de grabados.
  2. The reason's dream. A pesar de su limpia y noble apariencia, los mecanismos racionales tienen en sus humanas profundidades fundamentos monstruosos. El ser humano es tan racional como irracional. Es más, la consecuencia de la razon no es la desaparición de monstruos (progreso) sino la aparición de monstruos nuevos. También se ve esto en la mitología griega: primero el héroe vence al monstruo, pero luego se ve derrotado por sus propias perversiones. Las terribles consecuencias del Siglo de las Luces se vieron rápidamente en las sucesivas revoluciones "ideológicas", no menos cruentas que las guerras de Dios.
Por otro lado, cuando uno pasea por toda la serie de caprichos, no puede sino notar que este capricho en concreto es de los menos "monstruosos". Observémos los monstruos:
  • Lechuzas y murciélagos. Podríamos decir que no son monstruos, sino animales. Pero diera la impresión de que los murciélagos fueran las sombras de las lechuzas. Éstas son símbolos del saber intelectual (Atenea), los otros son símbolos del mal y la brujería; aquí parecen dos aspectos de un mismo ente. Podríamos jugar un poco con la idea de las sombras proyectadas en la caverna de Platón. Todo esto refuerza la segunda lectura del título.
  • El perro con cara de gato (¿o de lechuza?). No tengo ni idea de por dónde abordar este elemento. Sólo puedo hacer referencia a figuras parecidas en el capricho 46 "Corrección" y 48 "Soplones. También recuerda a las figuras fantasmales y surrealistas del disparate 10 "del caballo raptor".
  • Pájaros en la cabeza. La multitud ya es monstruosa. Apunta hacia la idea de que la sociedad es un cunjunto cuyo resultado es inferior a cada una de sus partes. Como individuo, cada uno es más valioso que inmerso en un grupo. Mis monstruos personales, no son tales monstruos en relación a mí (símplemente soy yo); es en el conflicto con el Otro, donde surge mi naturaleza monstruosa (que desgraciadamente tiendo a proyectar en el otro, y no en mí mismo).

Otras lecturas de este grabado:

  • Maynor Antonio Mora: “El sueño de la razón…”: Apuntes sobre la idea de Razón en el grabado de Goya. También aborda, más exhaustivamente, los distintos significados de "sueño" de la razón.
  • Página de Gonzalo Portocarrero: “El sueño de la razón produce monstruos”. Des-acuerdos entre la razón y la vida. También parte de la doble lectura de "sueño" de la razón.
  • Claude Esteban (Traducción de Aurelia Álvarez): Las máscaras de lo oscuro o la nueva melancolía (Goya, Capricho nº 43). Sobre la original y oscura modernidad de Goya.
  • José María Alfaro Roca: Blog de los Caprichos de Goya. Análisis compositivo de la imagen del grabado.
  • Blog Utopía surrealista. Los delirios de la razón abordados desde este grabado.

domingo, 19 de septiembre de 2010

EDGAR ALLAN POE: El pozo y el péndulo

Siguió otro periodo de absoluta insensibilidad; fue breve, porque al volver de nuevo a la vida noté que no se había producido ningún descenso perceptible del péndulo. Podía haber durado mucho tiempo, porque sabía de la existencia de demonios que observaban mi desmayo y que podían haber detenido el péndulo a su voluntad. Al volver en mí, me sentí enfermo..., oh, indeciblemente enfermo y débil, como después de un prolongado ayuno. Aun en la agonía de esas horas, la naturaleza humana ansiaba alimento. Con un penoso esfuerzo extendí el brazo izquierdo todo lo que me permitían las ataduras, y me apoderé de los pocos restos que las ratas habían dejado. Mientras que me llevaba una porción de alimento a los labios, pasó por mi mente un pensamiento de alegría apenas nacida..., de esperanza. Pero ¿qué tenía yo que ver con la esperanza? Fue, como he dicho, un pensamiento que apenas se había conformado... El hombre tiene muchos así, que jamás concluyen. Sentí que era de alegría, de esperanza, pero también sentí que había perecido en el momento mismo de hacerse. En vano luché por perfeccionarlo, por recobrarlo. El prolongado sufrimiento casi había aniquilado todas mis facultades mentales ordinarias. Yo era un imbécil, un idiota.
Edgar Allan Poe: El pozo y el péndulo; 1845.
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El prisionero como símbolo de la propia condición humana atrapada en este mundo, en su propio cuerpo, es un elemento recurrente en la literatura occidental. El péndulo explícitamente se configura como el tiempo, que se agota, llevándonos a una muerte inexorable. A partir de ahí podemos interpretar como queramos los otros elementos del relato, asociándolos con el devenir de nuestras propias vidas. Sólo algunos:
El alimento. Aquí, el alimento aparece como un autoengaño de nuestra biología; pero más, de "nuestra naturaleza humana". Algo que nos permita estar dispuestos para la muerte haciéndonos creer que podemos escapar. Tomar nuestros actos, nuestro lenguaje, como alimento, igual que hemos visto otras veces, supone entonces utilizar esos símbolos como venda, como ilusión, para poder huir de lo insoportable. Alcoholismos delirantes. No parece una manera muy apropiada de darle sentido a nuestros actos.
Las ratas. Podemos interpretarlas como la sociedad, o como nuestros propios pensamientos; y supongo que admitirá otras lecturas. Son numerosas. Comen de nuestro mismo plato, pero sólo esperan poder devorarnos a nosotros mismos. Desde el pozo... (y sin embargo luego será su propia voracidad la que nos libere del péndulo, ¿cómo interpretar eso?)
Los demonios que observan. También este elemento permite muchas asociaciones (desde las Parcas a los demonios de Descartes), si probáramos con cada una también tendríamos lecturas interesantes. Pero lo que más me inquieta es su capacidad para detener el péndulo, para moldear nuestro castigo. Al situarlos en el coro de la Inquisición, y liberados por el ejército francés, podemos leer en ellos el fanatismo y los delirios curados por la razón; pero viendo cómo acabó la Revolución Francesa y el ejército napoleónico, también cabe la ironía. El sueño de la razón...
La estupidez. Reconocernos como estúpidos. ¿Por buscar alimento? ¿Por no poder entender el alimento? ¿Por creer en la esperanza? ¿Por no poder creer? ¿Por resignarse? ¿Por luchar? Somos idiotas transitorios, o bien es esa nuestra condición, intentando constantemente pensar que no lo somos. No está nada claro.
El pozo. Otro gran símbolo, tópico donde los haya. Sólo diré: "el vaivén de la luna nos castiga por haber escapado del pozo".
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domingo, 12 de septiembre de 2010

Joseph Conrad: Impresionismo

I
La Nellie, una pequeña yola de crucero, se inclinó hacia su ancla, sin el menor aleteo de las velas, y quedó inmóvil. La marea había subido, el viento estaba casi en calma y, puesto que se dirigía río abajo, lo único que la embarcación podía hacer era echar el ancla y esperar a que bajara la marea.
Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas; 1902.

Este es el comienzo de una de los relatos que más devoción ha suscitado en el siglo anterior. La prueba más contundente de la grandeza de un libro es que rezuma pensamiento desde las priméras líneas. Veámoslo.
En este parrafito, Conrad nos sitúa ante un tópico literario: el barco varado. Fue un tópico muy frecuente en la poesía barroca española, como símbolo de la vanidad de la vida. En cierto modo, es un tópico relacionado con el del naufragio. La diferencia es que, mientras que el naufragio consiste en un nuevo y raro comienzo, el barco varado apunta a un estado final, a un paréntesis cargado de impotencia, un impasse.
La posibilidad de movimiento ha desaparecido. Si seguimos con la lente de la tradición hispánica, siendo los ríos las vidas que van a dar a la mar que es el morir, aquí vemos cómo es la mar, la muerte, la que invade el espacio del río al subir la marea. No hay nada que hacer, sino esperar. Este sentimiento nos lleva muy cerca del hastío, o del spleen baudelairiano.
Así, tomándolo como metáfora del propio individuo (igual que podríamos hacer con el náufrago), el navegante del barco varado (Marlow, Conrad, y lector mismo) ve paralizado todo el paisaje. El estatismo ha borrado todo por conocido (como haría nuestro cerebro si se paralizaran completamente los ojos). No llega información nueva. El sujeto se ve abocado a contemplar su propio devenir interior. Así surge el relato de Marlow: el viaje que nos va a contar es el "descenso a los infiernos" de su propio ser.
El mundo ha desaparecido. El paisaje del yo ha desaparecido. Así se libera el sujeto para realizar el viaje hacia la primera verdad y la última mentira de su ser.
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La desembocadura del Támesis se extendía ante nosotros como el principio de un interminable canal. En la lejanía, el mar y el cielo se soldaban sin juntura, y en el espacio luminoso las curtidas velas de las gabarras empujadas por la corriente parecían inmóviles racimos rojos de lona, de afilada punta, con reflejos de barniz. Una neblina descansaba sobre las tierras bajas que se adelantaban en el mar hasta desaparecer. El aire sobre Gravesend era oscuro, y un poco más alla parecía condensarse una lúgubre penumbra que se cernía inmóvil sobre la ciudad mayor y más grande de la tierra.
Joseph Conrad: El corazón de las tinieblas; 1902.
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miércoles, 8 de septiembre de 2010

EL PRINCIPITO

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XII

El planeta siguiente estaba habitado por un bebedor. Esta visita fue muy breve, pero sumió al principito en una gran melancolía.
–¿Qué haces ahí? –preguntó al bebedor, a quién encontró instalado en silencio ante una colección de botellas vacías y una colección de botellas llenas.
–Bebo –respondió el bebedor, con aire lúgubre.
–¿Por qué bebes? –le preguntó el principito.
–Para olvidar –respondió el bebedor.
–¿Para olvidar qué? –inquirió el principito, que ya le compadecía.
–Para olvidar que tengo vergüenza –confesó el bebedor bajando la cabeza.
–¿Vergüenza de qué? –inquirió el principito, que deseaba socorrerle.
–¡Vergüenza de beber! –terminó el bebedor, que se encerró definitivamente en el silencio.
Y el principito se alejó, perplejo.
Las personas grandes son decididamente muy pero muy extrañas, se decía a sí mismo durante el viaje.
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Antoine de Saint-Exupéry: El principito.
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Una vez más. vayamos por partes:
  • Este es un ejemplo perfecto de análisis. La idea del bebedor es: "bebo para olvidar que me da vergüenza beber". Pero, al separar las acciones mediante el diálogo, realmente se produce un olvido que rompe la relación de causa-efecto. Sólo con la síntesis podemos comprobar el absurdo del conjunto.
  • Podríamos sustituir "beber" por "hacer" (y por cualquier acción-verbo). La idea sería entonces, "hago lo que hago, para ocultar la vergüenza que me da lo que he hecho". Cuando trabajamos, cuando nos divertimos, cuando asumimos una rutina, ¿hasta qué punto estaremos libres de este proceso? Es difícil saberlo, pues precisamente cuando hacemos tantas cosas, olvidamos el conjunto de la idea que nos mueve (y probablemente lo hagamos para olvidarlo).
  • El absurdo sólo se sostine mirado desde esta perspectiva: lo que realmente queremos es "tener vergüenza". Al mismo tiempo deseamos tener vergüenza (ser buenos hijos, aceptados por los amigos y la sociedad), y al mismo tiempo queremos ser unos desvergonzados (libres y poderosos). La culpa. Hago lo que hago, para poder sentirme culpable. ¿Y qué ganamos con eso?
  • Y, finalmente, llegamos a la gran ironía del principito, el hombre mayor con mirada de niño. ¿En qué consiste esa incomprensión hacia las personas mayores? Miradas en conjunto, son tan absurdas como el principio del bebedor. Pero este capítulo nos da la clave. Las personas mayores hacen lo que hacen (crecen) para olvidar la vergüenza que les produce crecer. En realidad no consiguen abandonar su infantilidad y son, por tanto, niños que se han traicionado a sí mismos, y viven (beben) traicionándose a sí mismos constantemente.

Pero nos basta el reconocimiento de los otros traidores: ellos son como yo. ¡Bebamos todos juntos! Sólo hay algunos pocos principitos. Los que asumen la responsabilidad de su propia inocencia, y sus vergonzantes impulsos infantiles. Los que son capaces de cruzar a solas el universo, hacer amigos, dejar amigos, morir... y todo por el absurdo amor a una rosa.

domingo, 29 de agosto de 2010

Hermann Hesse: El lobo estepario

También nuestro lobo estepario cree firmemente llevar dentro de su pecho dos almas (lobo y hombre), y por ello se siente ya fuertemente oprimido. Y es que, claro, el pecho, el cuerpo no es nunca más que uno; pero las almas que viven dentro no son dos, ni cinco, sino innumerables; el hombre es una cebolla de cien telas, un tejido compuesto de muchos hilos. Esto lo reconocieron y lo supieron con exactitud los antiguos asiáticos, y en el yoga budista se inventó una técnica precisa para desenmascarar el mito de la personalidad. Pintoresco y complejo es el juego de la vida: este mito, por desenmascarar el cual se afanó tanto la India durante mil años, es el mismo por cuyo sostenimiento y vigorización ha trabajado el mundo occidental también con tanto ahínco.

Hermann Hesse: El lobo estepario, "Tractat del lobo estepario".


Si la vida de Harry Haller no parece una vida recomendable, es fácil concluir que el libro de El lobo estepario tampoco es una lectura recomendable. Sus descubrimientos los siento como inquietantes y descorazonadores, más parciales e interesados que verdaderos. Llevan a Hermann Hesse a delirar, a perderse, en unos juegos ya irreales (posiblemente El juego de los abalorios), paradójicamente al servicio de su yo.
Partiendo del fragmento seleccionado, podemos comentar algunas ideas llamativas:
  • La multiplicidad del alma, la unidad del yo. Precisamente, el "yo" surge por la necesidad de unificar la tensión de pensamientos propios, tal como vemos la unidad de nuestro cuerpo. sin embargo, esto es efectivamente una ilusión. Pero no podemos obviar esa ilusión, pues es un ingrediente más de nuestra complejidad. Lo que Harry Haller libera es la fantasía de poder adoptar cientos de "yos" posibles. Eso sí, sin perder la identidad... sigue siendo "él" el que vive todos esos yos. El "otro", realmente cuenta poco.
  • Un tejido compuesto de muchos hilos. Esta es de mis metáforas preferidas, y sustenta la convicción en el comentario de texto (en latín: textum = tejido). Somos textos, igual que los objetos del mundo son textos, escritos unos encima de otros, como palimpsestos. Por supuesto, son realidades complejas, pero no inabarcables, sino susceptibles de ser analizadas, comentadas y (sobre todo) comprendidas.
  • La oposición alma-cuerpo. Y la transposición razón-pasión, espíritu-instinto... Realmente es una visión simplista de las cosas; aunque en contextos determinados puede funcionar eficazmente. Pero Hermann Hesse, a pesar de que aparentemente dice liberarse de esa dicotomía, sigue rebelándose contra ella como si fuera una realidad. Si realmente no es tal, a qué oponerse. Lo que quiere realmente Hesse es liberar el cuerpo (la pasión, los instintos) de la opresión del alma (la razón, la moral), para que sea el cuerpo quien mande (como un niño, pero aún un "yo", aún más único y enorme). Atiéndase a que Hesse aún concibe las almas "dentro" del cuerpo.
  • La oposición Oriente-Occidente. Aún puede comprobarse en muchas personas. La desconfianza en el saber occidental no es inocente, sino que refleja una desconfianza de lo aprendido en la escuela, de la autoridad. Cuando escucho ese desapego por la ciencia occidental, lo que siento es realmente un desapego a la autoridad que nos dice cómo son las cosas. En cambio, el gusto por el saber oriental se viste como con un disfraz de niño olvidado, marginado, con tonos esotéricos, místicos, intangibles... verdades ocultas. Los que caen en este juego rara vez citan la ética racional de Confucio, sino las hermosas construcciones místicas de budistas, taoístas, sintoístas... Hay mucha verdad en Oriente. Hay mucha verdad en Occidente.

domingo, 8 de agosto de 2010

INCEPTION (ORIGEN): Apuntes, conclusiones, comentarios

(Los que teman los spoilers no sigan leyendo)


Reflexiones sobre la película de Christopher Nolan:
  1. Vivimos atrapados por la decepción. Obsesionados por un mundo que no termina de satisfacernos.
    Pero, a fin de cuentas, cada uno es el culpable del mundo que ha creado; no sólo por sus decisiones perceptivas, sino por las decisiones vitales. Vivir así o mudarse a otra vida.
    ¿Qué nuevo pensamiento es necesario para transformar esa insatisfacción permanente en una incepción, verdaderamente creativa, responsable?
    (domingo, 8-08-2010)
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  2. Una obra es un mundo, una banda extendida entre la línea del emisor y la del receptor. La obra se realiza solamente cuando ambas líneas pueden llegar a conectarse sin anular la banda.
    En los sueños no hay Otro, sólo proyecciones de lo que uno es. ¿Cómo estar seguros de que no seguimos soñando, es decir, cómo estar seguro de que veo realmente al Otro y no una proyección de mí mismo, mis frustraciones, mis deseos, mis esperanzas?
    Esta película está realmente abierta, deliberadamente incompleta. Es necesaria la intervención del espectador. Pero no dándole un sentido, una interpretación, fácilmente discutible, fácilmente rebatible. Es necesario que el espectador baje todos esos niveles y coloque su propia idea, original, en la caja fuerte.

    (domingo, 8-08-2010)
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  3. INCEPCIÓN: (Del latín inceptio, -onis: "empresa", en el sentido de algo que se emprende, que se inicia, que se empieza a hacer. Éste término viene del verbo incipio (in-capio: "coger, tomar, apoderarse, -hacia adentro"). En castellano (y creo que en inglés también), esta palabra es un neologismo, concretamente un cultismo. Sólo tenemos un familiar: "incipiente", algo que está comenzando. En relación a la película, el concepto "incepción" se referiría al "acto de injertar una idea en la mente de otro de forma que éste la perciba como naturalmente propia". En este sentido, ya tenemos palabras como "implantar", "inducir", o la usada "injertar".
    (sábado, 14-08-2010)
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  4. Incepciones presentes en la película (es decir, ideas concretas presentadas para germinar en nuestras mentes):
    -"Rompe con la herencia de tu padre". Resumiría la incepción-objetivo para Fischer. Para nosotros también es un mensaje importante.

    -"La incepción es posible". Es más, es un hecho.
    -"Este mundo no es real". Nosotros diríamos: no es completamente real. En definitiva, no tenemos completo acceso a lo real.
    -"Debo dejarte marchar". En la película referida a la mujer-esposa-madre-muerte. En cierto modo, es parecida a la primera. (Tiene guasa que se llame "Mal").

    -"Una idea es como un ser vivo". Un parásito, lo llaman; algo que germina, crece, se impone, da frutos. Es más, es el parásito más fuerte, productivo y resistente.
    -"Eliminar una proyección no es destruir una parte de ti". Esta idea pasa como un parpadeo en la película. Viene a decir que no hay que alarmarse por cambiar, por reestructurar el inconsciente.
    -...
    (sábado, 14-08-2010)
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  5. Ironía: En la pelícua, nos hablan de la incepción como si fuera algo muy difícil. Sin embargo, la propia película, como hemos visto antes, es un caldo de cultivo de incepciones. Y, si atendemos a la apasionada reacción del público, efectivamente, han germinado.
    Habrá quien diga que el arte es un proceso de incepción, mediante la elaboración de una estructura compleja que permita un fuerte anclaje en la mente del receptor. Esta complejidad es necesaria para el arraigo.
    Esto es un poco absurdo. ¿Qué impide que una idea prospere? Hemos de concluir que otras ideas. ¿Y de dónde vienen esas otras ideas? Del intercambio natural de ideas: la conversación, la lectura, el lenguaje... Para la incepción sólo hace falta hablar y ser escuchado.
    Por tanto, no es que la incepción sea algo difícil (sucede constantemente), sino que vivimos de espalda a la incepción; queremos obviarla, desecharla. Así hace Mall cuando esconde la realidad en su caja de muñecas. ¿Por qué la gente no quiere reconocer que somos el producto de las ideas de otros?
    (sábado, 14-08-2010)

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  6. Elipsis: Ya de por sí, este recurso es esencial en la narración cinematográfica; pero en esta película es especialmente significativa. Las elipsis son incesantes; a veces gigantescas (desde París a Sudáfrica en un abrir y cerrar de ojos), otras veces tan minúsculas que son casi imperceptibles y aparentemente innecesarias (cuando hacen estallar la puerta de entrada al bunker). Todas ellas generan algún grado de desconcierto.
    Pero lo importante es que, tal como plantea la propia explicación en la película, dibujan una realidad discontinua. A través de esas discontinuidades podemos incebir lo que nos dé la gana. Y es ahí donde, aun por milésimas de segundo, cobran "realidad" nuestros errores, nuestros delirios, y damos cabida a los delirios, errores, sueños de otros.
    En nuestra experiencia, la elipsis se corresponde con los olvidos. Y lo contrario de la elipsis sería el déjà vu (recuerden el gato de "Matrix").

     (sábado, 28-08-2010)
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  7. Expiación: Si partimos de la lectura de que toda la historia viene a ser un sueño de Cobb, si seguimos la interpretación de que la verdadera incepción es la que permite que Cobb vuelva a ver a sus hijos; ¿por qué es necesario algo tan complicado? ¿Por qué Saito no le da el "salvoconducto" de una forma más gratuita? La propia película nos da la respuesta. Es el sujeto quien debe elaborar como propia la solución. Cobb había estructurado su realidad como un complicado laberinto. Para salir debía andar sus propios recovecos. Es admirable ver cómo contrata a Ariadna porque es capaz de construir eficaces laberintos, cuando realmente la función de Ariadna es sacarlo del suyo propio.
    Así pues, vemos que es necesario que se den estos dos elementos. Por un lado, la incepción debe venir de fuera (y romper la escalera paradójica del inconsciente propio). Por otro lado, el sujeto debe estructurar su propio inconsciente para optar a una nueva posición. No basta con darnos un final, es necesario construir una historia.
    Aunque es posible que haya una solución más elegante.

    (lunes, 13-09-2010)

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  8. Esta historia no tiene por qué ser el sueño o la fantasía de un sujeto atrapado por la depresión. Aunque la película refleja el proceso de una sanación, no necesariamente habríamos de aplicarla a una mente enferma. Vale para cualquier cambio.
    Mirémoslo de este modo: Cobb, duerme, y su inconsciente se esfuerza en mantener las estructuras del día vivido (Mall), pero el día vivido ya ha desaparecido, y hemos de estar preparados para afrontar las incertidumbres (los hijos) que nos deparará el nuevo día.
    ¡Qué hermosa es entonces Ariadne, el verdadero sueño, que nos ayuda a despertar dispuestos a lo nuevo!

    (lunes, 13-09-2010)

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  9. Por supuesto que la estructura "espacio-temporal-onírica" entre los personajes es fractal. La misma portada nos lo deja bien claro.
    (sábado, 30-10-2010)


  10. Cobb queda posicionado entre dos mujeres. Por un lado está el fantasma de su esposa. Sea cual sea la interpretación, esa mujer es imaginaria. La obsesión que tiene enganchado a Cobb en la imagen de Mall es precisamente de donde se intenta sacar al personaje, otorgándole una ensoñación más o menos sostenible. Salir o no salir definitivamente de esa nueva ensoñación es la decisión que queda pendiente al final con el constante girar de la peoncita: ¿cae o no?Por otro lado está Ariadne. Este personaje viene entregado por la figura del padre (el padre de ella). Es la mujer libre, inteligente, fresca, valiente, dispuesta a entrar en los entresijos de esa mente desquiciada y crear algo nuevo. No precisamente crear un mundo (como hacía con Mall) sino crear escapatorias.
    Sin embargo, esta labor "narrativa" del personaje femenino apenas está esbozada. Hoy mismo salgo de una película que coge el testigo de Inception y profundiza precisamente en esta voz de mujer: Trance, de Danny Boyle. Aquí la labor de construcción no es otorgada por la habilidad del protagonista masculino, sino que la posee de entrada la mujer. En Trance, se plasma aún con más intensidad la fusión entre mundo, escapatoria y narración. Y también se trabaja precisamente esa idea del posicionamiento ante la mujer. En Trance vemos a una verdadera Ariadna cómo construye su hilo de oro.
    En cierto modo, en Inception, el imaginario del protagonista permanece, no llega a salir a una realidad plenamente vivida (ese paso parece darlo Nolan más en la última película de Batman: Dark Knight Rises). En Trance sí tenemos la sensación de alcanzar un punto real, no una historieta más, no un marco más (no más espacios incepcionados), sino un punto, un momento, de auténtica decisión.
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    (domingo, 16-06-2013)


    11. El tótem. En la película, Cobb no tiene tótem propio, o al menos no lo vemos. Un tótem no sirve para saber si estamos en la realidad o en un sueño, sino para saber que no estamos dentro del sueño de otro. 
    Cobb no giraba la peonza para saber si soñaba o no, sino con la esperanza de que todo aquello fuera el sueño de Mall. Si así fuera, bastaría con suicidarse. Es la escena que vemos la primera vez que aparece el tótem en la narración del nivel supuestamente real. 
    ¿Qué hubiera ocurrido entonces si la paciencia de Cobb hubiera sido más corta que la gravedad? Este dilema es asombrosamente parecido al esquema de la acción en la caída de la furgoneta. Y para colmo, así es como termina la película: corte a cierre y el espectador despierta de una patada, antes de saber si caería o no.
    Cobb está deseando que la peonza gire eternamente para pegarse un tiro y volver con la auténtica Mall, que estaría creando ese sueño. Finalmente, cuando ve el rostro de sus hijos, ese deseo es abandonado y deja de atender a la peonza. 
    (sábado, 19-09-2015) 


    12. Non, je ne regrette rien, interpretada por Édith Piaf. "No me arrepiento de nada", justo lo contrario de la profunda culpabilidad que agobia a los personajes de la película. En todo este tiempo no había caído en esta particularidad. Si lo recuerdo ahora, ¿es porque he tenido esta inspiración, o porque se me ha incepcionado desde alguna lectura que ya no recuerdo?
    (sábado, 19-09-2015) 
 
Y más sobre Inception: