sábado, 2 de mayo de 2009

Texto de entrada: ECLESIASTÉS


1 1 Palabras del Congregador, hijo de David, rey en Jerusalén. 2 Vanidad de vanidades, dijo el Congregador; vanidad de vanidades, todo es vanidad. 3 ¿Qué provecho saca el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
4 Pasa una generación y viene otra; pero la tierra siempre permanece. 5 Sale el sol, y se pone, y se apresura a volver al lugar de donde se levanta. 6 El viento tira al mediodía, y rodea al norte; va dando vueltas de continuo, y retorna a sus giros. 7 Los ríos todos van al mar, y la mar no se llena; al lugar de donde los ríos vinieron, allí vuelven para correr de nuevo. 8 Todo trabaja más de lo que el hombre puede ponderar, y nunca se sacia el ojo de ver, ni el oído de oír.
9 Lo que fue, eso será. Lo que ya se hizo, eso es lo que se hará; no se hace nada nuevo bajo del sol. 10 Algo de que se dice: "He aquí esto es nuevo", aún ésa ya fue en los siglos anteriores a nosotros. 11 No hay memoria de lo que precedió, ni de lo que sucederá habrá memoria en los que serán después.

Como veis, empezamos pisando fuerte. Problablemente este texto eche para atrás a los escépticos que abobinan de todo lo que huela a religión, como si fuera contagioso. También escamará a los beatos y moralistas que aún sueñan con el retorno del paraíso. Esa es la intención. Aquí lo único que buscamos es comprender bien un texto.

Este es uno de mis discursos preferidos. Con el Cohelet fue que empecé a ser persona, desde que cayera en mis manos en tiempos de la Facultad. Por este impulso personal lo elijo, y porque es muy apropiado para emprender, con ironía, una nueva "tarea" en este contexto de las "nuevas tecnologías".
Para el comentario de este texto contamos con un importante inconveniente: es una traducción. Sólo algunos privilegiados podrán trabajar con la versión hebrea original o en el griego de la Septuaginta. Además, nos faltan muchas referencias contextuales al tratarse de un texto tan antiguo (¡¡de unos 2200 años al menos!!). Con todo uno de los textos que más repercusión han tenido en toda la literatura occidental. Por eso, aunque aquí sólo he colocado el principio, sería recomendable prolongar el comentario al menos hasta el versículo 3, 8 (ya sabéis: "tiempo de amar y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra y tiempo de paz").
Es un texto tan rico que puede abordarse desde todos estos puntos de vista:
Comentario lingüístico: Como texto argumentativo, se pueden alnalizar las relaciones lógicas de sus argumentaciones, su estructura, sus contradicciones...
Comentario literario: Obsérvese cómo los versículos 1, 4-8 responden al paradigma de la poesía oriental. El valor de sus recursos estilísticos puede reforzar cualquier otro comentario.
Comentario filosófico: De entrada pone en jaque los fundamentos de las principales escuelas de su época (cínicos, peripatéticos, epicúreos, estoicos...).
Comentario crítico: ¿Cómo es posible que un texto así siga teniendo vigencia? ¿Es que realmente "no hay nada nuevo bajo el sol"?

La mayoría de las páginas relacionadas que encontremos en la red serán de naturaleza religiosa o teológica. Aquí os traslado algunas que trabajan el texto desde diferentes puntos de vista (por su diversidad las coloco, no porque coincida con ellas en todo). En cualquier caso, son valiosas por el aporte bibliográfico de cada una. Más adelante os proporcinaré un modelo personal de comentario.

Ahora, ¡a trabajar!

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