viernes, 15 de mayo de 2009

René Aubry: SALENTO

Un guiño al trabajo que hicimos mi amigo y yo.



También hemos de hacer comentarios de textos musicales. Para empezar he escogido esta pieza, que abre el álbum de Plaisirs d’Amour, de René Aubry. La conocí el mismo verano que suspendí mis primeras oposiciones. Recuerdo escucharla una y otra vez a las tantas de la madrugada, sumergido en ese calor seco y penetrante de Córdoba, tras pasar las noches hablando en el parque. A partir de ella levanté (o rematé, no recuerdo bien) mi teoría de la música hedonista, intelectual y reflexiva (rasgos, más bien, que podemos encontrar en cualquier pieza, y que hacen referencia a la repetición, la variación, y la relación entre motivos respectivamente). Con ella se puede decir también (a pesar de que no es una de mis músicas predilectas), que empecé a ser persona.

Ésta pieza, escogida para comenzar por razones personales, puede equiparar muy bien lo que sería un comentario de texto musical y otro lingüístico. Su brevedad, su naturaleza, y la forma en que está estructurada se asemeja mucho a la composición en párrafos o estrofas de un texto literario, y nos puede también ayudar a mejor a entender cómo componen los escritores sus piezas. Por eso, podemos ver en ambos pautas comparables.
1º) Desentrañar la estructura: En música hay que atender a la composición de “motivos”, “frases”, “temas” y “partes”. En esta pieza, la construcción repetitiva de los motivos y el contraste de las partes nos permite analizar muy bien las asociaciones y las repeticiones, junto a las diferencias.
2º) Observar la instrumentación: También es reducido aquí el número de instrumentos. Podemos ver cómo van apareciendo poco a poco y como se asocian a cada parte. Así, podemos ir comprobando qué aportan y qué significados pueden serle atribuídos.
3º) Atender a los sentimientos: Es inevitable que la música nos lleve a vivencias que provienen de otras músicas y otros momentos. Tanto el estilo, como la propia estructura de la pieza nos evoca recuerdos y estados de ánimo, que son recogidos tanto por el compositor, como el intérprete, como el oyente, a su hora de elaborar la obra. Sin duda, en esos sentimientos y vivencias hemos de buscar significado.
4º) Conclusiones: partiendo del análisis, recoge todo lo que has sentido, todo lo que has vivido, todo lo que sabes, y di lo que esta música dice desde ti.

Como veis, no es necesario dominar los últimos entresijos de la armonía para comentar. Todos los que podemos escuchar llegamos al sonido. Ojalá pudiéramos también todos saber a la perfección diferentes idiomas, saber Matemáticas, Paleontología, Genética, Historia, Física… Hace falta mucho tiempo, y tiempo hay; pero por algún punto hemos de empezar. No pretendemos con esto ser grandes compositores, ni directores; sólo somos lectores que quieren comprender lo que leen.

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