Podría decirse que el Concierto para piano en Sol Mayor
es el testamento musical de Maurice Ravel. En sus tres movimientos se
muestran claramente los pilares fundamentales de su estilo compositivo.
Desde mi punto de vista, estos serían:
- -La exposición salpicada de numerosos motivos sueltos.
- -La exploración de matices tímbricos insospechados.
- -Búsqueda de efectos alejados de la representación sentimental.
Si
en los dos primeros movimientos encontramos al Ravel artesano, que
trabaja y construye como enganchando piezas sueltas, el Ravel auténtico
es el del tercer movimiento. Absolutamente libre. Reconocemos al mismo
de El niño y los sortilegios. La música es un juego, un divertimento
descabellado.
Muchos se han enamorado del segundo movimiento.
Sin embargo a mí me suena siempre algo forzado. Desde luego es hermoso,
pero me resulta inauténtico, y esa ambigüedad me incomoda. Pero también
en eso veo un alarde de sinceridad en esta composición. Ravel no
expresa sentimientos, es musicalmente frío y metódico, nunca emotivo. La
emotividad sucede por las reglas del juego, simplemente; es el oyente quien vuelca su propia emotividad. ¡Mirad mi
máquina pseudosentimental!, parece decirnos, si es que podéis separaros de vuestros propios oídos. Y después de mostrarnos su
trabajo, Ravel se desnunda.
El del tercer movimiento, ese sí es Ravel.
- Colección de citas de Yolanda Sarmiento. Stravinsky, Stefano Bollani, Daniel Harding.
- Víctor Marín Vallá en Quaerendo Invenietis.
- Concierto para piano para la mano izquierda, comentario en hagaselamusica.com
- El adagio en "Ravel, la proporción áurea y Biutiful" por Triolocría.
Es muy interesante esto que dices, Abraham. Pienso ahora en esa conocida opinión de Stravinsky: que Ravel trabajaba con la minucia del relojero suizo. Todo entonces, incluso el atractivo un poco demasiado fácil de este segundo movimiento, debió ser una cosa calculadísima. Vaya a saber. Me temo que Ravel me gusta en cualquier presentación y escapa a mi posibilidad de disección.
ResponderEliminarCálculo y belleza no van reñidos. La rosa se construye por el cálculo mecánico de su metabolismo, el atardecer es pura física, óptica... y son hermosos.
EliminarAl Ravel humano lo encuentro en el tercer movimiento, pero a saber.