domingo, 29 de agosto de 2010

Hermann Hesse: El lobo estepario

También nuestro lobo estepario cree firmemente llevar dentro de su pecho dos almas (lobo y hombre), y por ello se siente ya fuertemente oprimido. Y es que, claro, el pecho, el cuerpo no es nunca más que uno; pero las almas que viven dentro no son dos, ni cinco, sino innumerables; el hombre es una cebolla de cien telas, un tejido compuesto de muchos hilos. Esto lo reconocieron y lo supieron con exactitud los antiguos asiáticos, y en el yoga budista se inventó una técnica precisa para desenmascarar el mito de la personalidad. Pintoresco y complejo es el juego de la vida: este mito, por desenmascarar el cual se afanó tanto la India durante mil años, es el mismo por cuyo sostenimiento y vigorización ha trabajado el mundo occidental también con tanto ahínco.

Hermann Hesse: El lobo estepario, "Tractat del lobo estepario".


Si la vida de Harry Haller no parece una vida recomendable, es fácil concluir que el libro de El lobo estepario tampoco es una lectura recomendable. Sus descubrimientos los siento como inquietantes y descorazonadores, más parciales e interesados que verdaderos. Llevan a Hermann Hesse a delirar, a perderse, en unos juegos ya irreales (posiblemente El juego de los abalorios), paradójicamente al servicio de su yo.
Partiendo del fragmento seleccionado, podemos comentar algunas ideas llamativas:
  • La multiplicidad del alma, la unidad del yo. Precisamente, el "yo" surge por la necesidad de unificar la tensión de pensamientos propios, tal como vemos la unidad de nuestro cuerpo. sin embargo, esto es efectivamente una ilusión. Pero no podemos obviar esa ilusión, pues es un ingrediente más de nuestra complejidad. Lo que Harry Haller libera es la fantasía de poder adoptar cientos de "yos" posibles. Eso sí, sin perder la identidad... sigue siendo "él" el que vive todos esos yos. El "otro", realmente cuenta poco.
  • Un tejido compuesto de muchos hilos. Esta es de mis metáforas preferidas, y sustenta la convicción en el comentario de texto (en latín: textum = tejido). Somos textos, igual que los objetos del mundo son textos, escritos unos encima de otros, como palimpsestos. Por supuesto, son realidades complejas, pero no inabarcables, sino susceptibles de ser analizadas, comentadas y (sobre todo) comprendidas.
  • La oposición alma-cuerpo. Y la transposición razón-pasión, espíritu-instinto... Realmente es una visión simplista de las cosas; aunque en contextos determinados puede funcionar eficazmente. Pero Hermann Hesse, a pesar de que aparentemente dice liberarse de esa dicotomía, sigue rebelándose contra ella como si fuera una realidad. Si realmente no es tal, a qué oponerse. Lo que quiere realmente Hesse es liberar el cuerpo (la pasión, los instintos) de la opresión del alma (la razón, la moral), para que sea el cuerpo quien mande (como un niño, pero aún un "yo", aún más único y enorme). Atiéndase a que Hesse aún concibe las almas "dentro" del cuerpo.
  • La oposición Oriente-Occidente. Aún puede comprobarse en muchas personas. La desconfianza en el saber occidental no es inocente, sino que refleja una desconfianza de lo aprendido en la escuela, de la autoridad. Cuando escucho ese desapego por la ciencia occidental, lo que siento es realmente un desapego a la autoridad que nos dice cómo son las cosas. En cambio, el gusto por el saber oriental se viste como con un disfraz de niño olvidado, marginado, con tonos esotéricos, místicos, intangibles... verdades ocultas. Los que caen en este juego rara vez citan la ética racional de Confucio, sino las hermosas construcciones místicas de budistas, taoístas, sintoístas... Hay mucha verdad en Oriente. Hay mucha verdad en Occidente.

domingo, 8 de agosto de 2010

INCEPTION (ORIGEN): Apuntes, conclusiones, comentarios

(Los que teman los spoilers no sigan leyendo)


Reflexiones sobre la película de Christopher Nolan:
  1. Vivimos atrapados por la decepción. Obsesionados por un mundo que no termina de satisfacernos.
    Pero, a fin de cuentas, cada uno es el culpable del mundo que ha creado; no sólo por sus decisiones perceptivas, sino por las decisiones vitales. Vivir así o mudarse a otra vida.
    ¿Qué nuevo pensamiento es necesario para transformar esa insatisfacción permanente en una incepción, verdaderamente creativa, responsable?
    (domingo, 8-08-2010)
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  2. Una obra es un mundo, una banda extendida entre la línea del emisor y la del receptor. La obra se realiza solamente cuando ambas líneas pueden llegar a conectarse sin anular la banda.
    En los sueños no hay Otro, sólo proyecciones de lo que uno es. ¿Cómo estar seguros de que no seguimos soñando, es decir, cómo estar seguro de que veo realmente al Otro y no una proyección de mí mismo, mis frustraciones, mis deseos, mis esperanzas?
    Esta película está realmente abierta, deliberadamente incompleta. Es necesaria la intervención del espectador. Pero no dándole un sentido, una interpretación, fácilmente discutible, fácilmente rebatible. Es necesario que el espectador baje todos esos niveles y coloque su propia idea, original, en la caja fuerte.

    (domingo, 8-08-2010)
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  3. INCEPCIÓN: (Del latín inceptio, -onis: "empresa", en el sentido de algo que se emprende, que se inicia, que se empieza a hacer. Éste término viene del verbo incipio (in-capio: "coger, tomar, apoderarse, -hacia adentro"). En castellano (y creo que en inglés también), esta palabra es un neologismo, concretamente un cultismo. Sólo tenemos un familiar: "incipiente", algo que está comenzando. En relación a la película, el concepto "incepción" se referiría al "acto de injertar una idea en la mente de otro de forma que éste la perciba como naturalmente propia". En este sentido, ya tenemos palabras como "implantar", "inducir", o la usada "injertar".
    (sábado, 14-08-2010)
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  4. Incepciones presentes en la película (es decir, ideas concretas presentadas para germinar en nuestras mentes):
    -"Rompe con la herencia de tu padre". Resumiría la incepción-objetivo para Fischer. Para nosotros también es un mensaje importante.

    -"La incepción es posible". Es más, es un hecho.
    -"Este mundo no es real". Nosotros diríamos: no es completamente real. En definitiva, no tenemos completo acceso a lo real.
    -"Debo dejarte marchar". En la película referida a la mujer-esposa-madre-muerte. En cierto modo, es parecida a la primera. (Tiene guasa que se llame "Mal").

    -"Una idea es como un ser vivo". Un parásito, lo llaman; algo que germina, crece, se impone, da frutos. Es más, es el parásito más fuerte, productivo y resistente.
    -"Eliminar una proyección no es destruir una parte de ti". Esta idea pasa como un parpadeo en la película. Viene a decir que no hay que alarmarse por cambiar, por reestructurar el inconsciente.
    -...
    (sábado, 14-08-2010)
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  5. Ironía: En la pelícua, nos hablan de la incepción como si fuera algo muy difícil. Sin embargo, la propia película, como hemos visto antes, es un caldo de cultivo de incepciones. Y, si atendemos a la apasionada reacción del público, efectivamente, han germinado.
    Habrá quien diga que el arte es un proceso de incepción, mediante la elaboración de una estructura compleja que permita un fuerte anclaje en la mente del receptor. Esta complejidad es necesaria para el arraigo.
    Esto es un poco absurdo. ¿Qué impide que una idea prospere? Hemos de concluir que otras ideas. ¿Y de dónde vienen esas otras ideas? Del intercambio natural de ideas: la conversación, la lectura, el lenguaje... Para la incepción sólo hace falta hablar y ser escuchado.
    Por tanto, no es que la incepción sea algo difícil (sucede constantemente), sino que vivimos de espalda a la incepción; queremos obviarla, desecharla. Así hace Mall cuando esconde la realidad en su caja de muñecas. ¿Por qué la gente no quiere reconocer que somos el producto de las ideas de otros?
    (sábado, 14-08-2010)

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  6. Elipsis: Ya de por sí, este recurso es esencial en la narración cinematográfica; pero en esta película es especialmente significativa. Las elipsis son incesantes; a veces gigantescas (desde París a Sudáfrica en un abrir y cerrar de ojos), otras veces tan minúsculas que son casi imperceptibles y aparentemente innecesarias (cuando hacen estallar la puerta de entrada al bunker). Todas ellas generan algún grado de desconcierto.
    Pero lo importante es que, tal como plantea la propia explicación en la película, dibujan una realidad discontinua. A través de esas discontinuidades podemos incebir lo que nos dé la gana. Y es ahí donde, aun por milésimas de segundo, cobran "realidad" nuestros errores, nuestros delirios, y damos cabida a los delirios, errores, sueños de otros.
    En nuestra experiencia, la elipsis se corresponde con los olvidos. Y lo contrario de la elipsis sería el déjà vu (recuerden el gato de "Matrix").

     (sábado, 28-08-2010)
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  7. Expiación: Si partimos de la lectura de que toda la historia viene a ser un sueño de Cobb, si seguimos la interpretación de que la verdadera incepción es la que permite que Cobb vuelva a ver a sus hijos; ¿por qué es necesario algo tan complicado? ¿Por qué Saito no le da el "salvoconducto" de una forma más gratuita? La propia película nos da la respuesta. Es el sujeto quien debe elaborar como propia la solución. Cobb había estructurado su realidad como un complicado laberinto. Para salir debía andar sus propios recovecos. Es admirable ver cómo contrata a Ariadna porque es capaz de construir eficaces laberintos, cuando realmente la función de Ariadna es sacarlo del suyo propio.
    Así pues, vemos que es necesario que se den estos dos elementos. Por un lado, la incepción debe venir de fuera (y romper la escalera paradójica del inconsciente propio). Por otro lado, el sujeto debe estructurar su propio inconsciente para optar a una nueva posición. No basta con darnos un final, es necesario construir una historia.
    Aunque es posible que haya una solución más elegante.

    (lunes, 13-09-2010)

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  8. Esta historia no tiene por qué ser el sueño o la fantasía de un sujeto atrapado por la depresión. Aunque la película refleja el proceso de una sanación, no necesariamente habríamos de aplicarla a una mente enferma. Vale para cualquier cambio.
    Mirémoslo de este modo: Cobb, duerme, y su inconsciente se esfuerza en mantener las estructuras del día vivido (Mall), pero el día vivido ya ha desaparecido, y hemos de estar preparados para afrontar las incertidumbres (los hijos) que nos deparará el nuevo día.
    ¡Qué hermosa es entonces Ariadne, el verdadero sueño, que nos ayuda a despertar dispuestos a lo nuevo!

    (lunes, 13-09-2010)

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  9. Por supuesto que la estructura "espacio-temporal-onírica" entre los personajes es fractal. La misma portada nos lo deja bien claro.
    (sábado, 30-10-2010)


  10. Cobb queda posicionado entre dos mujeres. Por un lado está el fantasma de su esposa. Sea cual sea la interpretación, esa mujer es imaginaria. La obsesión que tiene enganchado a Cobb en la imagen de Mall es precisamente de donde se intenta sacar al personaje, otorgándole una ensoñación más o menos sostenible. Salir o no salir definitivamente de esa nueva ensoñación es la decisión que queda pendiente al final con el constante girar de la peoncita: ¿cae o no?Por otro lado está Ariadne. Este personaje viene entregado por la figura del padre (el padre de ella). Es la mujer libre, inteligente, fresca, valiente, dispuesta a entrar en los entresijos de esa mente desquiciada y crear algo nuevo. No precisamente crear un mundo (como hacía con Mall) sino crear escapatorias.
    Sin embargo, esta labor "narrativa" del personaje femenino apenas está esbozada. Hoy mismo salgo de una película que coge el testigo de Inception y profundiza precisamente en esta voz de mujer: Trance, de Danny Boyle. Aquí la labor de construcción no es otorgada por la habilidad del protagonista masculino, sino que la posee de entrada la mujer. En Trance, se plasma aún con más intensidad la fusión entre mundo, escapatoria y narración. Y también se trabaja precisamente esa idea del posicionamiento ante la mujer. En Trance vemos a una verdadera Ariadna cómo construye su hilo de oro.
    En cierto modo, en Inception, el imaginario del protagonista permanece, no llega a salir a una realidad plenamente vivida (ese paso parece darlo Nolan más en la última película de Batman: Dark Knight Rises). En Trance sí tenemos la sensación de alcanzar un punto real, no una historieta más, no un marco más (no más espacios incepcionados), sino un punto, un momento, de auténtica decisión.
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    (domingo, 16-06-2013)


    11. El tótem. En la película, Cobb no tiene tótem propio, o al menos no lo vemos. Un tótem no sirve para saber si estamos en la realidad o en un sueño, sino para saber que no estamos dentro del sueño de otro. 
    Cobb no giraba la peonza para saber si soñaba o no, sino con la esperanza de que todo aquello fuera el sueño de Mall. Si así fuera, bastaría con suicidarse. Es la escena que vemos la primera vez que aparece el tótem en la narración del nivel supuestamente real. 
    ¿Qué hubiera ocurrido entonces si la paciencia de Cobb hubiera sido más corta que la gravedad? Este dilema es asombrosamente parecido al esquema de la acción en la caída de la furgoneta. Y para colmo, así es como termina la película: corte a cierre y el espectador despierta de una patada, antes de saber si caería o no.
    Cobb está deseando que la peonza gire eternamente para pegarse un tiro y volver con la auténtica Mall, que estaría creando ese sueño. Finalmente, cuando ve el rostro de sus hijos, ese deseo es abandonado y deja de atender a la peonza. 
    (sábado, 19-09-2015) 


    12. Non, je ne regrette rien, interpretada por Édith Piaf. "No me arrepiento de nada", justo lo contrario de la profunda culpabilidad que agobia a los personajes de la película. En todo este tiempo no había caído en esta particularidad. Si lo recuerdo ahora, ¿es porque he tenido esta inspiración, o porque se me ha incepcionado desde alguna lectura que ya no recuerdo?
    (sábado, 19-09-2015) 
 
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